El Primer Domingo de Adviento marca el inicio del Nuevo Año Litúrgico en la Iglesia Católica. En este día, el Evangelio (Mc 13, 33-37) nos invita a la vigilancia y preparación: Jesús exhorta a los fieles a “velar y estar preparados, porque no saben cuándo llegará el momento”.
Todas las lecturas bíblicas de esta primera semana, junto con la predicación correspondiente, son un llamado a la atención constante y a la espera activa del Señor. Es el momento propicio para que cada familia católica haga un propósito conjunto, renovando su camino espiritual en preparación para la Navidad.